La literatura del siglo XIX estuvo distinguida por dos géneros: El romanticismo y el realismo. El romanticismo nació en Inglaterra, valoraba la originalidad, el acceso a la verdad y la justicia de forma igualitaria, y criticaba el exceso de racionalismo de la ilustración. Los románticos tenían un gran interés por lo sobrenatural, así como por lo raro, fantasmal y grotesco. Esto último llevó al desarrollo de un género fantástico en donde dentro de un supuesto mundo realista comienzan a aparecer elementos extraños o desconocidos. No es difícil pensar en cómo el género fantástico puede estar relacionado con el género de terror, tanto en la literatura como en los mitos y relatos folclóricos.
La palabra vampir surge en la literatura alemana para describir un cadáver que abandona la tumba por las noches y extrae la sangre o la energía vital de los vivos para poder seguir con su propia existencia. Esta idea evolucionó para darle uno de los tantos significados al vampiro moderno, relacionado con la peste y las enfermedades.
A diferencia del fantasma, el vampiro tiene cuerpo, interpretándolo no tanto como la inmortalidad del alma, pero como la inmortalidad del cuerpo.
Resumen
El cuento relata la historia de Aubrey, un joven que llega a Inglaterra y en una noche conoce a Lord Ruthven. Los tutores del joven aceptan que se vaya de viaje a Roma para acompañar al aristócrata, en donde el chico ve quién realmente es Ruthven; un hombre sumergido en el vicio y, si bien no tacaño, alguien con muy poca empatía por el dolor ajeno.
Aubrey termina por irse a Grecia, tomando caminos diferentes a Ruthven después de que en una situación este intentara seducir a una chica cercana al joven. En el país griego, Aubrey conoce una chica que le cuenta sobre un tipo de monstruo llamado vampiro que andaba por la zona, y que calzaba muy bien con la descripción de Lord Ruthven. El muchacho, si bien tenía intenciones de tener algo con la griega, no pudo darse ya que luego de una expedición al bosque la encuentra muerta, asesinada por un vampiro. En ese mismo momento también, el joven enfermó y la fiebre altísima que tenía llegó a los oídos de Ruthven, quien se encontraba en Atenas para ese momento, lo visitó y cuidó hasta que mejorase.
Ambos terminan volviendo a viajar juntos. En uno de esos viajes, unos ladrones hieren al Lord y lo dejan en un lecho de muerte. Supuestamente muere, haciéndole jurar a Aubrey que no iba a hablar de él por alrededor de un año antes de que suceda, y pidiendo que cuando fallezca lo coloquen a la luz de la luna. Cuando Aubrey y otros llegan a la montaña en donde habían dejado el cuerpo para enterrarlo, vieron que no había rastro del mismo.
Nuestro protagonista vuelve a Inglaterra y va con su hermana a un baile. Ahí, ve a Lord Ruthven totalmente sano, quien le recuerda su promesa.
Se describe un descenso a la locura que culmina con el Lord yendo a visitar a Aubrey a su casa, donde no puede disimular la felicidad que siente al escuchar que el joven estaba loco. En su estadía ahí, Ruthven enamora a la hermana del protagonista.
Aubrey terminó muriendo momentos antes del casamiento entre estos dos últimos tras explotarle una vena, mientras que su hermana también pereció, pero como víctima del vampiro.
Análisis
Vimos como si bien Polidori no fue quien creó la figura del vampiro como tal, si le dio su significado romántico, basándose en sus malas experiencias con Lord Byron. Se describe al vampiro como frío, distinguido y seductor, adjetivos que representaban los malos tratos que recibía del poeta (quien lo despreciaba como escritor y como amigo), además de hacer referencia a los escándalos sexuales que eran frecuentes alrededor de la figura de Byron.
La forma en que se conocieron Aubrey y Ruthven también es similar a la forma en la que lo hicieron Byron y Polidori, siendo que el poeta necesitaba un doctor que lo acompañe a un viaje, y un conocido le dio el contacto de John, con quien quedó impresionado al inicio y no dudó en llevárselo.
El escritor representa lo herido que quedó emocionalmente por ser humillado tantas veces por un tipo al cual él admiraba y envidiaba. Al inicio, el protagonista de El Vampiro es descripto como un joven rico, guapo y alguien a quien las mujeres por poco se le tiraban encima (lo cual "puede ser" algo exagerado al ser esta una autoinserción del autor), pero que al final termina siendo un hombre solitario, ermitaño y que no sabe distinguir entre lo real y lo que su mente inventa. Nuestro autor representa al vampiro como una criatura que chupa sangre, pero que también le quita la energía vital a la gente con la que se mete; así de cansado debía sentirse en relación a su patrón en la vida real.
El vampiro y otros cuentos/ Polidori...[et al.] (2004)
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