Primero, ya que la trayectoria del Sol no se divide necesariamente en doce constelaciones, hay que aclarar dos conceptos:
- La eclíptica: Es una línea en el medio del cinturón zodiacal, por acá la órbita del Sol es dividida en doce signos de 30º cada uno.
- El cinturón zodiacal: Es un cinturón de unos 12º de ancho por donde los planetas (incluidos y el Sol y la Luna) se mueven, cuyo número de constelaciones no está restringido a doce.
Otro uso práctico se hallaba en utilizar a las constelaciones como un "reloj nocturno". En un contexto donde los babilonios dividían el día y la noche igualitariamente en doce horas, cada signo que aparecía en el cielo representaba aproximadamente un sexto de la noche.
Uno de los primeros registros babilónicos de las constelaciones incluía a:
- Pléyades: Cúmulo de estrellas que actualmente forma parte de la constelación de Tauro.
- Orión.
- Perseo.
- Auriga.
- Géminis.
- Cáncer.
- Leo.
- Espiga: Nombre de la estrella más brillante de la constelación de Virgo. La parte al sur de la estrella se la consideraba parte de Libra.
- Libra.
- Escorpio.
- Sagitario.
- Capricornio.
- Acuario.
- Piscis: En muchas fuentes, las constelación de Piscis babilónica sería en realidad una combinación de dos constelaciones; "The Tails", que refiere a lo que ahora conocemos como Piscis, y "The Great Swallow" que incluye la parte sureste de la constelación y Epsilon Pegasi.
- Aries.
- Diosa Anunitu: No tiene contraparte moderna. En su momento incluía al pez oriental de Piscis y Beta Andromae.
Otra anomalía que se puede observar es el orden de las constelaciones, siendo Tauro (o en todo caso, Pléyades) quien encabeza la lista en lugar de Aries. ¿El por qué de esto? Pues el primer mes del año babilonio (Nisannu) comienza con el Sol en Aries, pero registros más antiguos toman el signo que comienza en el mes, y Pléyades tenía registro de aparecer en Nisannu 20.
Desde Hiparco se supo el inicio del signo de Aries, pues estaba relacionado con el equinoccio de primavera del hemisferio norte. Antes, en Babilonia e inicios de Grecia se utilizaban para esto las estrellas fijas, tanto para Aries como para los otros signos. Los puntos límites eran calculados sabiendo que debían tener el mismo tamaño.
El signo zodiacal tenía que cumplir dos condiciones:
- Aunque parezca obvio, las constelaciones debían estar dentro de su signo.
- Debían coincidir con el mes del año civil.
El calendario utilizado tenía una estructura inicial de 12 meses divididos en 30 días, y añadían un mes extra cuando lo veían necesario. Fue basado en el calendario sumerio. El mes iniciaba cuando una nueva Luna creciente aparecía en el horizonte, y no fue hasta más adelante que por motivos prácticos se pusieron en uso los calendarios que predecían el surgimiento de una Luna nueva.
El pensamiento astrológico moderno de que los signos zodiacales y los planetas tienen influencia sobre nuestras vidas vienen de un tipo de idea más antigua que los veía con un origen divino. En Babilonia, por ejemplo, utilizaban esto para crear horóscopos tan antiguos como del 400a.c., siendo de los primeros registros del interés en la astrología orientada a predicciones, que prevaleció hasta muchos siglos más adelante y llegando a ser una parte importante en los asuntos estatales.
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